Cromatografía de fluidos supercríticos SFC

La cromatografía es una técnica de fraccionamiento ampliamente utilizada en la industria farmacéutica, donde las producciones son muy valiosas, ya que es una técnica muy eficiente y permite separar compuestos que no se aislarían con técnicas como la destilación o la extracción por solventes. Existen diferentes tipos de cromatografía, pero sustancialmente todos utilizan la capacidad de un sólido poroso (fase estacionaria) para unirse selectivamente a los compuestos que se van a aislar, estos últimos transportados por un fluido (fase móvil). Tal fenómeno se llama adsorción. La cromatografía de elución supercrítica se utiliza particularmente para el fraccionamiento de mezclas de ésteres que tienen un peso molecular similar.
La diferencia sustancial entre la cromatografía tradicional y la supercrítica es que, mientras en el primer tipo el eluyente es un gas o un disolvente líquido, en el segundo tipo la fase móvil es un fluido supercrítico. Esta figura de la derecha muestra con un nivel de detalle creciente, un sistema cromatográfico. La mezcla a separar se inyecta en la columna y se absorbe en la primera fase de la fase estacionaria.
Luego se hace fluir el eluyente, y en la cromatografía de fluidos supercríticos (SFC) esto contribuye a la separación de sustancias. En el caso del sistema SC CO2-aceite, por ejemplo, a la temperatura y presión de operación, los solventes se disuelven en la masa de aceite, explotándola y originando un Sistema Bifásico, en el cual una fase rica en CO2 se encuentra en estado supercrítico. , mientras que el otro, rico en aceite, es líquido. El flujo del eluyente perturba el estado de equilibrio y genera gradientes de concentración entre la fase líquida, la fase supercrítica y la fase sólida, por lo que existen intercambios de materia que tienden a llevar el sistema al equilibrio.
En particular, existe un flujo entre las fases supercrítica y líquida que, en estricto contacto entre sí, se mueven a contracorriente a lo largo de los canales.